Un sabio de la naturaleza

Lun, 29/09/2003 - 08:57
Por FAUBA

Osvaldo Sala, titular de la cátedra de Ecología, fue distinguido con el Diploma al Mérito y el Konex de Platino 2003.

Osvaldo Sala se graduó como ingeniero agrónomo (UBA) en 1973, realizó sus estudios de posgrado en la Universidad de Colorado (Estados Unidos) donde obtuvo los títulos de Master of Science en 1980 y Ph. D. en 1982. En sus treinta años de investigación sobre temas vinculados a la ecología ha desarrollado una prolífica producción científica, que incluye 115 artículos publicados en prestigiosas revistas internacionales como Science y Nature y numerosos libros de alto impacto. Fue presidente de la Asociación Argentina de Ecología y miembro de comités científicos de numerosas instituciones internacionales. También ha coordinado varios programas internacionales sobre biodiversidad como IGBP y DIVERSITAS, entre otros. Ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos: miembro de la American Academy of Arts and Sciences (2003), Academia Nacional de Ciencias (2002), Guggenheim Fellow (1993) y premio Bernardo Houssay (1987; 2003) Actualmente conduce la Red Latinoamericana de Botánica y es secretario general del Scientific Committee on Problems of the Environment (SCOPE).

Pero todavía hay más. Para quienes no lo conocen, se trata de un señor de una cálida y constante sonrisa, de mirada y oído atentos, gran amabilidad y sencillez, y tiene una manera de hablar que invita a escucharlo, tal vez porque sepa expresar en forma simple los temas más complejos. Y también, será por todo esto y por su buena disposición que los alumnos se acercan a su oficina con sus trabajos y consultas, donde siempre encuentran una puerta abierta.

¿Cuáles fueron los ejes de sus investigaciones en los últimos años?

Mis estudios se concentran en el cambio climático global y su impacto sobre el funcionamiento de los ecosistemas áridos y semiáridos, la dinámica del agua, la productividad primaria, y más recientemente la biodiversidad. Para ello centré mis investigaciones en la estepa Patagónica, en el sudoeste de la provincia de Chubut, tratando de entender cómo la biodiversidad afecta al funcionamiento del ecosistema y la capacidad del mismo para brindar bienes y servicios a los seres humanos, los mecanismos de control de la productividad, cuánto producen los pastizales y cuál es su capacidad de carga, cómo la estructura y el arreglo espacial de los componentes de la vegetación se modifican bajo la acción del pastoreo, y también he estudiado el funcionamiento del ciclo de carbono, importante para equilibrar el intercambio de carbono entre la biosfera y la atmósfera. El aumento del contenido de dióxido de carbono, que se genera en la atmósfera como resultado de la quema de combustibles fósiles, es uno de los principales factores del cambio climático global. Dado que la relación entre el carbono de la biosfera y el de la atmósfera es muy dinámica, es muy importante entender cuáles son los controles que modulan este flujo.

¿Qué significa el premio Konex para Ud.?

El premio Konex es un gran honor para mí, me siento muy honrado y muy agradecido.

Teniendo en cuenta su vasta trayectoria y la posibilidad de trabajar en países del primer mundo, que brindan mayor apoyo a la investigación científica, ¿por qué eligió quedarse en Argentina?

Si bien los países desarrollados dan más facilidades a los investigadores en cuanto al apoyo a su tarea, yo me quedé en el país porque me parece que el impacto que puedo tener en Argentina es mayor que el que podría tener trabajando en un país desarrollado.

¿Cuáles han sido las principales satisfacciones y adversidades en su carrera?

Las principales satisfacciones tienen que ver con la formación de recursos humanos, la formación de discípulos, estudiantes de doctorado y de grado, y con los descubrimientos de nuevos conocimientos. Cada clase que uno da, cada nuevo descubrimiento y cada artículo que se publica son acciones que generan mucha gratificación.

Las adversidades tienen que ver con el poco reconocimiento que, en general, tiene la sociedad con la actividad intelectual, la falta de recursos para desarrollar investigaciones, la gran variabilidad en el tratamiento de los intelectuales y los académicos, la falta de estabilidad y de reglas de juego claras.

¿De qué manera se vinculan la producción de conocimiento y la sociedad?

Las conexiones entre la investigación, la generación del conocimiento y su aplicación por la sociedad no siguen un camino recto, sino que tiene muchas intersecciones y muchas formas como un retículo. Pretender encontrar una trayectoria lineal entre un descubrimiento y el impacto en la sociedad, subestima el impacto que tiene una investigación sobre la sociedad.

En general, hay muchos descubrimientos que son materializados en trabajos de síntesis, que luego son documentados en libros con los cuales se elaboran libros de texto que influyen en la comunidad de estudiantes. Pero para el tiempo en que los estudiantes leen estos textos, el origen de ese conocimiento se perdió. En otras palabras, si uno se siente enfermo, consulta al médico y le receta un antibiótico que le hace sentir mejor, uno se siente agradecido con el médico pero no sabe cuál ha sido la participación de los laboratorios locales ni cuáles fueron los investigadores involucrados en la generación de ese antibiótico.

La investigación científica es ante todo una empresa universal, es de toda la humanidad, porque lo que estudia un señor en Buenos Aires se suma a lo que estudia otro en Santa Cruz y a otro en Francia, y entre todos vamos armando esta pirámide del conocimiento, y es de esta manera como la sociedad se beneficia.

Si este flujo es interrumpido, va a caer la tasa de producción de conocimiento por un tiempo muy largo y quizá se transforme en un proceso irreversible. Es decir, hay grandes inercias entre la producción y la utilización de conocimiento por la sociedad. Pero ninguna sociedad se ha liberado del subdesarrollo sin una inversión fuerte en investigación básica y aplicada.

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Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires