La FAUBA y la FCS crearon una plaza seca

La Facultad de Agronomía participó del proyecto propuesto por esta institución y, en conjunto, transformaron una playa de estacionamiento en un espacio de reunión, estudio y esparcimiento.

“Fue un trabajo de extensión universitaria entre dos facultades de la UBA y nos dio mucha satisfacción hacerlo”, aseguró Héctor Rosatto, a cargo de la Subdirección de la carrera de Planificación y Diseño del Paisaje de la Facultad de Agronomía, quien junto a Eduardo Wright, responsable de la carrera de Jardinería de la FAUBA, establecieron los contactos para llevar adelante el proyecto admitido por el decano de nuestra institución, Rodolfo Golluscio.

Se dice que un espacio (en este caso semipúblico) es una plaza seca cuando su superficie mayoritaria es de solados rígidos y la vegetación es minoritaria. En un playón que parecía destinado a estacionamiento, las autoridades de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA crearon un sitio de reunión que les permite hoy a los alumnos tener un punto de encuentro al aire libre, fuera de las aulas."Si bien el proyecto inicial sólo tenía mesas y sillas, no habían previsto espacios para la vegetación. Nosotros orientamos el proyecto y propusimos contenedores elevados para la plantación de árboles y arbustos en canteros con vegetación", expresó Rosatto. 

La concreción del espacio llevó cerca de ocho meses, y contó con la participación de la Licenciada en Planificación y Diseño del Paisaje, Maia Meyer (ayudante de primera “ad-honorem”de Topografía), y la Ing. Agr. Gabriela Benito (jefe de Trabajos Prácticos de Jardinería), quienes trabajaron desde el comienzo con personal no docente de la FCS.

“El trabajo fue un verdadero ejercicio de gestión porque para llevarlo adelante, por cuestiones presupuestarias, se logró la donación del CEAMSE de sustrato y parte de la vegetación”, dijo Maia Meyer. “Tratamos de seleccionar especies de bajo mantenimiento, además de darle al personal no docente las indicaciones básicas para que las cuiden”, añadió. 

El patio fue bautizado como “conversódromo Nicolás Casullo”, como una muestra de su intención: un lugar para reunirse, intercambiar ideas, estudiar y encontrarse.  El día de la inauguración se colocó una placa en agradecimiento a la Facultad de Agronomía por su colaboración. “Fue una experiencia muy interesante porque trabajamos en contacto con otro espacio universitario”, señaló  Gabriela Benito, y agregó: “Se buscaba que este espacio también fuese disfrutado por el barrio, por los vecinos que viven rodeados de edificios sin vegetación. Un pequeño sitio verde dentro de un barrio un poco gris”, expresó Benito. 

Haber colaborado en la construcción de la plaza seca produjo un intercambio más allá de lo académico. Se unieron dos carreras distintas de la FAUBA para compartir la misma experiencia y concretar un proyecto en representación a la Facultad de Agronomía. Dos carreras con fundamentos diferentes pero con una mirada común: el valor del paisaje.

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Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social