Argentina contra Grecia sobre césped semi-sintético

Sáb, 19/06/2010 - 10:04
Por FAUBA

En pleno furor mundialista y con una controversia latente respecto de la intención de la FIFA de implementar definitivamente el césped sintético en los próximos mundiales, la Selección argentina jugará el próximo partido contra Grecia en una cancha semi-sintética. El Ing. Agr. Fabio Solari, quien fue invitado a Sudáfrica para conocer las nuevas aplicaciones en césped, opina acerca de esta tecnología innovadora que se estrena en la Copa del Mundo 2010.

Después del pobre desempeño de Alemania, en lo que al estado de las canchas respecta, como anfitrión de la versión 2006 del único campeonato deportivo que logra alterar la rutina a nivel internacional, la FIFA decidió que el Mundial de Fútbol dejaría de jugarse sobre césped natural. El Ing. Agr. Fabio Solari, profesor asociado a cargo de la Cátedra de Topografía de la Facultad de Agronomía de la UBA, asegura que si bien con esta implementación “los suelos se homogeneizan, se eliminan los problemas que pueden acarrear la lluvia y el invierno, y no hay que resembrar ni fertilizar, se trata de una tecnología muy cara que no todos pueden afrontar y no es necesariamente conveniente en todos los contextos”.

El especialista, que fue invitado por la empresa Greenfutbol para dirigir una gira técnica en Sudáfrica para conocer las nuevas tecnologías aplicadas en césped de alto rendimiento, explica que el sintético “es una tendencia mundial impuesta por los países que tienen inviernos rigurosos, intensas precipitaciones o nevadas; que no es el caso de México, Brasil ni Argentina, por lo que para Latinoamérica resulta innecesaria”.

Pese a la presión que ejerció el organismo rector del fútbol mundial durante el último tiempo, el anfitrión de la Copa del Mundo 2010 inauguró cinco estadios y reacondicionó otros tantos para la ocasión sin afectar la integridad de sus espacios verdes. Así, en nueve de los campos se utilizó como césped base el kikuyo –originario de aquel país- que luego fue resembrado con ryegrass y en los campos restantes, en Durban, se sembró bermuda enana. Y la novedad, que tiene a los jugadores argentinos expectantes, son los estadios semi-sintéticos: uno de ellos es el Peter Mokaba, donde el equipo de Maradona jugará el martes contra Grecia.

Este tipo de técnica de mejoramiento innovadora, que se utiliza por primera vez en el contexto de una competencia por la Copa del Mundo, se presenta como una alternativa menos costosa –el sintético cuesta alrededor de dos millones dólares por cancha- y menos perniciosa, ya que tiene la particularidad de conservar el suelo en forma natural. Y este Mundial de Fútbol es la prueba de fuego para demostrar las cualidades de esta implementación que busca la conservación de los espacios verdes.

Si bien ya se escucharon algunas críticas, fundamentalmente por parte del técnico argentino, en cuanto a la velocidad que toma la pelota en los estadios de Sudáfrica –Argentina ya jugó en el Elysee Park y el Soccer City-, el Ing. Agr. Solari garantiza que la culpa no es del césped: “El tema de la velocidad se debe más al riego previo al partido que se está realizando para que el piso no esté tan duro, debido a que es de arena. Por otra parte, la pelota Jabulani toma mayor velocidad, cosa que han verificado los arqueros en el juego aéreo donde no intervino el césped”. El especialista agrega: “Las canchas híbridas o semi-sintéticas tienen mayor resistencia a la tracción, por lo que se va a ver menos pasto arrancado; y tienen mayor drenaje ante alguna lluvia que se pueda presentar”.

Estos estadios son híbridos porque están elaborados en base al agregado de fibras plásticas que se entrelazan con las raíces del césped natural para que éstas puedan anclarse al suelo de una manera más efectiva. “Sólo el 3% de la superficie de la cancha está ocupada por las fibras y a 1 centímetro más abajo del césped natural, por lo que no se visualiza y su efecto sobre la velocidad de la pelota es imperceptible”, explica el Ingeniero agrónomo de cara al próximo partido en el que está en juego la clasificación a octavos de final de la Selección nacional.

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Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires