Cómo la productora de alimentos más grande del gigante asiático compró la mayor empresa de producción de alimentos de carne porcina de los Estados Unidos. Productos clave y prestigio de marca son los puntos que los chinos miran para decidir una megainversión en empresas fuera de sus fronteras.

Conocedor de la idiosincrasia china, Guillermo Santa Cruz, licenciado en Economía, consultor internacional, residente durante 8 años en China y conocedor de su idiosincrasia explicó el caso Shuanghui-Smithfield, de 2013 que asombró al mundo por el volumen de inversión y las características del planteo chino, país para el cual el sector chino es de vital importancia- al comprar la marca ícono de la producción porcina estadounidense.

Ante una importante deuda que poseía la empresa norteamericana sus dueños deciden, dividirla para salir a flote. Es en ese entonces que aparece la empresa china y decide comprarla en su totalidad, por 7100 millones de dólares, con la promesa, además, de mantener la planta y el CEO.

Santa Cruz aclaró que Shuanghuai es la productora de alimentos más grande de China, con un volumen de producción de 3 millones de toneladas de carne de cerdo por año, semejante a lo que procesa Brasil. La empresa había pasado de ser estatal a privada y llamativamente se había mudado a las Islas Caimán. Y para sumar inquietud reveló el nombre de su principal accionista, Wan Long, conocido como “el carnicero de China”, miembro del Partido Comunista.

Por otra parte, cabe destacar que China posee el rodeo porcino más grande del mundo, con producciones intensivas y con el paso de población rural a urbana cambió su dieta, cada vez más rica en proteína animal. China incrementó su consumo a 5 millones de toneladas (lo que generan Rusia y Brasil juntos) y sigue aumentándolo.

Entonces, ¿por qué fueron a comprar la mega empresa estadounidense? Según Santa Cruz, China busca abastecerse en el exterior de productos claves. En Estados Unidos, además, los establecimientos de porcinos son grandes, con más de 5000 cabezas, mientras que en China, en general, son chacras con menos de 50 cabezas. Al comprar esta empresa buscan mejor tecnología y gestión gerencial, además de comprar prestigio de marca.

En lo que se refiere a Sudamérica y su vinculación comercial con China, Santa Cruz  sostuvo que estamos compitiendo con destinos de inversión muy atractivos y que ya no alcanza con los recursos naturales. “Para entrar en el radar del inversor chino, tal vez haya que negociar un tratado de libre comercio entre el Mercosur y China”, opinó.

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