La receta no es nueva, pero la destacó en el Seminario Daniel Fenoglio, presidente de Cabaña Argentina, una de las mayores empresas integradas de producción de cerdos y elaboración de alimentos basados en carne porcina que abastece al mercado interno con cortes frescos, fiambres y embutidos.

El Ing. Agr. Daniel Fenoglio, presidente de Cabaña Argentina -uno de los más importantes criaderos y frigoríficos porcinos argentinos y ganador de numerosos premios por la calidad de sus productos- y vicepresidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos (AAPP) abrió las disertaciones del Panel de Carne Porcina, que integraron también el MV Sergio Peñalva Jost y el Lic. Sergio Fernández Cagnoli (Ver Gacetilla 4) y que coordinó la Lic. María del Pilar Cabezas Arreseigor, consultora de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Fenoglio rescató la idea que la producción porcina es la mejor socia del despegue exportador de la carne bovina al afirmar que la Argentina debería exportar más de estos cortes de calidad aprovechando la gran demanda internacional, cubriendo el mercado interno con carne porcina, cuyo consumo debería fomentarse aún más. Además recalcó que tanto en ambos sectores de la producción cárnica, “para tener buena exportación es bueno tener un mercado interno sólido”.

Haciendo un rápido paneo por la geografía mundial, Fenoglio comparó el índice de cerdo por hectárea en distintos sitios. “En China, es de 6,48; en Europa, 2,38 y en la Argentina, 0,12. Tenemos mucho lugar para la producción”, señaló. También consideró que hay ciertos puntos que producen impacto a la hora de comercializar carne porcina. Uno es el virus de la diarrea epidémica porcina. “Hace mucho que da vuelta pero apareció en Estados Unidos, en alimentos confeccionados con materia prima que venía de China, matando a 7 millones de cerdos”. Además puso el foco en la peste porcina africana: “se dejó de exportar a Rusia porque impuso restricciones temporales, lo que les genera a ellos faltante de cerdo”.

Volviendo al país, destacó que Argentina no tiene frigoríficos habilitados con capacidad de congelado para exportar. Y destacó que entre 2012 y 2013 creció la producción y que hay que tener en cuenta que más del 60 % del costo es alimento, por lo que es un negocio dependiente del precio de los granos. Destacó, con orgullo, que ha subido el consumo de carne fresca y que eso es muy importante para el sector, ya que eso logra balancear la carne entre los cortes de más valor y otros que no lograban insertarse en el mercado. Señaló que el consumo aumentó por la calidad de la carne porcina, que es sana, pero básicamente porque sus precios bajaron respecto de la vacuna. “A partir de 2012 el precio del asado y del pechito de cerdo es similar, cuando antes la carne porcina era más cara”, precisó

Para Fenoglio, los puntos postivos en que avanzó la producción porcina en los últimos años están dados por la genética, que logró madres que dan un lechón más por año, ya que de los 13 lechones por hembra por año que se venían dando, ahora se llega a 14. Y además destacó que somos un país de los más libres de enfermedades del mundo.

Finalizó su disertación destacando como puntos estratégicos del sector la consolidación del mercado de carne fresca, que se genere acceso a la exportación y crear una mesa porcina que agrupe a los productores.

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