Panel Vietnam

Un diplomático que cumplió funciones durante 5 años en el país del sudeste asiático detalló las características de la República Socialista de Vietnam, que comenzó a crecer rápidamente tras su unificación. Oportunidad para la industria láctea argentina.

Alberto Kaminker, embajador argentino con destino en Vietnam entre 2008 y 2013 precisó que ese país tiene 93 millones de habitantes, es agrícola y cuenta con 2/3 partes de población rural dedicada básicamente a los microemprendimientos.

“En los años 90 era de 200 dólares por mes, y en la actualidad, se ubica en el orden de los mil 500 dólares mensuales. Es decir, que el ingreso per cápita subió siete veces. Apareció la clase media y transitó de la bicicleta al scooter; a tal punto que en el año 2000 había 2 millones de scooter y hoy hay 40 millones”, contó Kaminker.

Vietnam es exportador de té y el segundo exportador de café del mundo, salvo en 2012 que logró el primer lugar desplazando a Brasil. Es también el primer exportador de pimienta y el segundo exportador de arroz del mundo después de Tailandia. Además, vende caucho y pescado -que se hace con técnicas de acuacultura- y que alimentan con las proteínas derivadas de la soja que le vende la Argentina, que llegó a ser su proveedor número 17.

La fluidez del intercambio comercial creció gracias a programas de cooperación técnica en temas agrícolas y ganaderos, que se realizan con el apoyo del Ministerio de Agricultura, el organismo de cooperación de la Cancillería, el INTA y el SENASA, en materia de semen bovino, silo bolsa, lucha contra la aftosa y siembra directa.

A raíz de la distribución de la población en el territorio, Vietnam, tiene un problema insalvable y que es el proceso de distribución comercial, en un país donde las dos terceras partes son aldeas, alejadas unas de otras.

Sin embargo, esa dificultad no cierra las puertas a posibles inversiones en tierra vietnamita. En efecto, ante el crecimiento de la clase media, se modifican los hábitos de consumo y una población que nunca tomó leche -que en los desayunos se alimenta con sopas- podría llegar a consumirla.

“Evidentemente, nos encontramos frente a un potencial negocio lácteo inexplorado. La salvedad es que se necesita una distribución por proximidad, con industrias lácteas propias para contrarrestar el problema. No se trata de inversiones de volumen sino de pequeñas plantas distribuidas a lo largo del territorio. Intuyo que este es un negocio en el que los industriales argentinos debieran pensar, máxime teniendo en cuenta que la recepción al inversor extranjero es excelente”.

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