Panel India

El titular de una institución que fomenta las relaciones entre la Argentina e India dio detalles de cómo entablar una negociación comercial con los indios.

Alberto Porcel, es presidente de la India Argentina Friendship Society, una entidad cuya función es fomentar las relaciones entre los países. Se refirió a la idiosincrasia de los indios como punto de partida para entender cómo hacer negocios con ellos.

Señaló que, si bien el idioma que habla la mayoría es el hindi, el inglés es la segunda lengua oficial. Al entablar contacto, se entrega la tarjeta personal tomándola con las dos manos y mirando al interlocutor a la cara. Argentinos e indios tienen muchas cosas en común, a tal punto que” los indios son los latinos de Asia”. Para ellos,” la familia, la música y la amistad son muy importantes”. La negociación es larga, jamás podría hacerse vía e-mail y se cierra con una comida, “que no debe ser rechazada, ya que sería de pésima educación”.

Tras mencionar esos “detalles que hacen al entendimiento rápido entre los empresarios de un país y otro”, continuó su exposición mencionando los productos más importantes que se exportan a la India. En primer lugar, el aceite de soja que devengó 983 millones de dólares para la Argentina en 2013, el aceite de girasol, trigo, legumbres, te, lana, cuero, mineral de hierro, cosméticos y bombas de agua que utilizan para el riego por canales y por bombas de tracción.

La superficie territorial de ambos países es similar, pero India tiene 30 veces más población que Argentina, más de mil 200 millones de personas, con lo cual, la tierra productiva se va acotando.

Puntualmente, lo que espera el empresario indio de la Argentina no es solamente exportar, sino rubricar acuerdos de joint venture o alianzas estratégicas: el indio tiene conocimiento del mercado y maquinaria de nivel internacional, y el argentino tiene capacidad ociosa y un producto interesante, pero carece de capital que le permita dar el salto hacia la exportación.

A la India no solo le interesan los productos argentinos para abastecerse, sino también para luego venderlos a países vecinos, árabes o del sur de África. Es decir, es un mercado gigante que también maneja toda la región del sudeste asiático.

Como nuevos negocios mencionó “los porotos, legumbres o maní para desarrollar junto con ellos nuevas producciones” y adelantó que “se está analizando la posibilidad de alquilar tierras a largo plazo para que grupos familiares -que pueden ser de unas 200 personas- vengan a producir al país, aprovechando las tierras con distinto grado de fertilidad con que cuenta la Argentina”.

Finalmente, se refirió a la India como “una de las civilizaciones más antiguas de la humanidad a la que debemos el número cero, el número pi, el sistema decimal, el ajedrez, el cultivo y la confección del algodón, la certeza de la forma esférica y de rotación de la tierra, el uso del acero”. Y concluyó con una frase de Mahatma Gandhi que se encuadra en la propuesta de integración a la que se apuntó en este seminario: “dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo lo que soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos”.

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