Panel India

Las relaciones comerciales entre la Argentina y la India son fluidas. La complementariedad a largo plazo entre “la república de la soja y la república del yoga” son indiscutibles. La principal exportación de la Argentina a la nación asiática son los aceites vegetales comestibles, y existe un enorme potencial para que continúe haciéndolo más allá de 2030.

Así se desprende de la exposición del ex embajador de la República de la India en Argentina, Rengaraj Viswanathan, quien destacó que la India importa aceite de soja y la Argentina será su principal proveedor para los próximos años. Sin embargo, manifestó estar “sorprendido” respecto de la posibilidad, aún no explotada, de competir con Ucrania para proveer de aceite de girasol a la India.

En 2012, el consumo de aceites fue de 17 millones de toneladas, y será superior a los 30 millones en 2030. Además, en el caso del aceite vegetal “existe una brecha enorme entre el consumo y la producción nacional, que se focaliza en el corto plazo en cereales como el maíz y el trigo”.

El consumo se elevará a raíz del crecimiento poblacional y la disminución de la pobreza que permitirá a más personas ascender a una clase media con más acceso a los productos. Sólo en 2020, el consumo promedio per cápita aumentará de 14 a 20 kilos. Y se estima que en 2050 el número de habitantes superará al de China.

La producción deberá enfrentar al menos dos problemas a largo plazo: la falta de tierras como consecuencia de la expansión demográfica y la escasez de agua. En 2030 perderán unos 30 millones de hectáreas, en un país donde los establecimientos son muy pequeños y el productor promedio tiene 1 hectárea. “La persona más rica de mi pueblo –señaló Viswanathan – es dueña de 6 hectáreas y no puede pensar a largo plazo”.

Con respecto a las legumbres, la India es el principal importador, mientras su producción permanece estancada entre los 12 y 15 millones de toneladas. “Teniendo en cuenta que el 40 o 50 por ciento de los indios son vegetarianos, Argentina tiene una oportunidad rentable en el largo plazo que debe aprovechar”. A esto, se podrían sumar “alimentos procesados, como proteína de soja, que son una buena fuente de proteica para los vegetarianos”.

En cuanto al mercado de las bebidas alcohólicas, está regulado por el estado y “se nacionalizó, por lo que solo aceptan que ingresen aquellas bebidas que se venden más y a un mayor precio”.

Por otra parte, “existe la posibilidad de que la Argentina coopere con capitales de la India en África donde hay una enorme cantidad de tierras vírgenes y donde carecen de una cultura y tecnología agrícolas”.

Para el largo plazo ambos países podrían complementarse. Como mencionamos más arriba, India tiene problemas de tierra y agua, elementos que en la Argentina, aún existen. Pero además, y ubicando a la revolución informática como el nuevo paradigma, brindó propuestas asociativas en software y maquinaria agrícola.

Expresó que tiene la “firme creencia de que la India y la Argentina serán socios a largo plazo, y la esperanza de que Argentina vuelva a recuperar la posición que ocupó en el 1900 entre los países más ricos”. Para ello, dijo que era fundamental seguir en la línea de la canción que propone: “saber que se puede, creer que se puede”.

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