Panel Corea del Sur

El intercambio comercial con los gigantes  de Asia es el desafío de los agronegocios. La  fuerte demanda de una clase media creciente, que deja de consumir harinas para pasar a las proteínas  tracciona  la oferta, que tiene a los países de América del Sur como principales proveedores.

En la segunda jornada del seminario organizado por el Programa de Agronegocios y Alimentos de la FAUBA, Byung-kil Han, Embajador de Corea del Sur, dijo: “hace un año soy embajador en Argentina, me sorprende la actividad agropecuaria y toda la industria vinculada al sector, la  agricultura y la  ganadería serán las claves del futuro argentino”. Nuestros registros indican que Corea incrementará en el corto plazo  la importación de productos agrícolas.

Los primeros emigrantes coreanos que se radicaron en la Argentina eran agricultores y sus descendientes hoy continúan su actividad. En Santa Fe producen arroz, en Corrientes con producción de miel y Santiago del Estero con zapallos “coreanitos”. En realidad se trata de una variedad de zapallitos que nunca se cultivo en Corea, pero que en la Argentina fue nombrado por el origen de sus productores. “De la Argentina se exportan calamares y ostras que son producidas por un empresa coreano-argentina, también se exporta rabo que aquí sabemos que es un corte vacuno casi de descarte, pero que para los coreanos es un producto gourmet”, contó el diplomático.

Por su parte, Jong Jin Kim, investigador del Korea Rural Economic Institute , manifestó que “Corea es un país pequeño con muchas montañas y las tierras cultivables están limitadas a solo 1,7 millones de hectáreas donde el arroz es el principal cultivo”. La producción del cereal llegó a 4 millones de toneladas en 2012/13 y actualmente cayó por problemas climáticos. Con respecto al  maíz, se producen  cerca de 100 mil toneladas  y  se consumen 9 millones, y en  trigo se llega a las  5 millones de toneladas de consumo.

Señaló Kim que “hoy el autoabastecimiento del arroz  es total, aunque en los últimos años cayó la producción  por problemas de tifones recurrentes en la región. Pero en los demás cultivos la producción es deficitaria: en soja  solo se cubre el 10% del consumo, en trigo y maíz menos del 1%”. El consumo anual per cápita de arroz llega a 70 kilos por habitante y por año, y el de trigo a 3,4 y el maíz a 4 kilos.Cabe destacar que, la industrialización del arroz cayó en los últimos años en forma simultánea con el crecimiento del consumo de proteínas cárnicas.

Corea importa  de  Estados Unidos el  5,9 % del total de granos que consume, “las compras se diversifican debido al comportamiento de precios. En 2013 se importaron  8,7 millones de toneladas  de maíz. Brasil y Estados Unidos son los principales proveedores de trigo, en tanto que este último país y la Argentina son proveedores de soja, cuya importación aumentó en los últimos años, así como la de harina de soja”.

El investigador también, citó al “Krei-Kasmo”, un modelo de producción coreano desde el cual se observan las proyecciones a futuro. Así, en arroz se espera una reducción lenta en los próximos años mientras que la tendencia en trigo será de una producción estable con mayores importaciones. Para el maíz, en 2023 también bajará la producción y se incrementará la importación. Igual situación  se espera para la soja cuyo consumo se incrementará en la producción animal. Todos estos productos deberán ser importados por Corea, a excepción del arroz, el único del cual se autoabastece.

Sobre la relación comercial bilateral disertó  por  Jae Hoon Lee, presidente de la  Cámara Argentina de Comercio Coreana: “la industria textil que desarrolla nuestra  comunidad pone en relevancia la producción agropecuaria argentina. Sudamérica representa la oferta principal de alimentos para Asia y el asociativismo cooperativo es una herramienta que consideramos viable en el intercambio entre oferta y demanda”.

Recordó que “Argentina alimenta 10 veces a su población, es así que las ventajas  son claras y el proceso de exportar puede surgir desde lo básico, en este momento ofrecemos desde nuestra institución  las sugerencias y el asesoramiento para intercambiar bienes y servicios”.

La producción necesita reglas claras

Por otra parte, César Belloso, Presidente de AAPRESID, afirmó que “la siembra directa como herramienta de una agricultura sustentable  tiene a  la fotosíntesis como base de producción de alimentos, fibras y energías”.

En el mundo hay solo  125 millones de hectáreas  de suelo sustentable y Sudamérica tiene un claro potencial de producción respecto del resto de  los países productores. “Una empresa construye riqueza cuando genera mejoras en la sociedad, y hoy  existe una  demanda creciente del cuidado de los recursos naturales y del medio ambiente”.

Indicó que, para aplicar las buenas prácticas y la no remoción de suelo, no importa la escala extensiva o familiar de la explotación ni lugar en el mundo en que se encuentro. El Estado debe generar políticas públicas que impulsen el desarrollo sustentable. “La arquitectura del futuro se construirá imitando a la naturaleza, porque  es el método más racional y económico conocido”, sostuvo.

Desde la visión de la demanda mundial,  Dante Sica, consultor  internacional, reconoció que  “el crecimiento de Asia y su región emergente será del 6,6% para los próximos 20 años, y que  su población constituye el 66% de la clase media del mundo, sumando la clase media china”. Recordó que hay un fuerte avance de la demanda de alimentos, productos diversificados, carnes y combustibles.

Asia cada vez explica su tasa de expansión con su mercado interno, lo que implica mayor demanda hacia el resto del mundo. “Los términos de intercambio son positivos para esta región del mundo, es decir un escenario altamente favorable. En los países del Asia se da un fenómeno de urbanización rural  y  la Argentina tiene para satisfacer la demanda del futuro en energía y agroalimentos; el 55% de la exportaciones vienen de este complejo agroindustrial”, recordó-.

Pronosticó Sica que el sector agropecuario crecerá mas vertical que horizontalmente. “Argentina necesita reglas mas claras, la potencialidad del mercado chino es aprovechado hoy por empresas lácteas argentinas, pero en el sector de carnes que debe ganar terreno perdido. Hoy estamos ubicados en el puesto número 12 entre los exportadores de carne, y hay que tener en cuenta que Asia se demandará  cada vez mas carne bovina.

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