Panel China – Tecnología

La Argentina quiere incrementar su vínculo comercial con China y los agronegocios entre Sudamerica y Asia están más vigente que nunca. La demanda de alimentos  crece fundada en reformas sociales y económicas como el incremento de la población urbana en desmedro de la rural y que son el sustento de la necesidad de mas proteínas cárnicas.

En el bloque dedicado a Tecnología, Miguel Calvo de la ACSOJA manifestó que “estamos en un mundo globalizado desde la comunicación y esto influye en los agronegocios”. Hoy nuestro país tiene la posibilidad de asegurar alimentos para todo el mundo, y desde  su propia historia fue marcando su rumbo productivo. En ese sentido, la Argentina es el primer exportador de soja y tercer productor mundial. “La población mundial crecerá un 20% para el año  2030, y la producción de proteínas deberá crecer un 74%”. Hace tres años China viene aumentando su importación de maíz y  soja, es autosuficiente para consumo humano pero debe importar el resto usado en alimentación animal.

“Este cambio de la ruralidad a la urbanización en China tracciona permanente a la demanda. Para el 2020, China –que actualmente compra 62 millones de toneladas anuales, con un consumo de 10 kg por habitante- consumirá 100 millones de toneladas anuales. El desafío es producir más con menos recursos, y Brasil y Argentina pueden crecer más en área. Los productos derivados de la soja sustentan un negocio importante desde la producción oleaginosa”, señaló.

Por su parte, Maria Cristina Añon ,integrante del Grupo Binacional Argentino Chino e Investigadora del Conicet, destacó la modalidad de trabajo de nuestro país y China. “La base radica en la investigación de ambos países respondiendo a un desafío de producir más con valor agregado”, señaló. Se generó un protocolo de trabajo hace pocos años, con “el  objetivo de reforzar la cooperación en el uso de ciencia y la producción sustentable,  transfiriendo estos conocimientos a la población socio-productiva”.

“La estrategia  fue el desarrollo de áreas de interés en común. Se seleccionaron procesamientos de carnes, vegetales y  seguridad alimentaria”. Los objetivos son afianzar los conocimientos técnicos y la formación de recursos humanos. “Uno de los proyectos enfoca el tratamiento de carnes a partir de técnicas pocos conocidas como los cortes no térmicos . “Estos logros tienen buen anclaje en China mientras que en argentina es leve ya que  la industria no utiliza estos tratamientos en el proceso de carnes”, aclaró.

La tecnología hace su aporte

A futuro, el desafío también es ambiental. Claudio Dunan, Director de estrategias de Bioceres afirmó que “estamos enfocados en la demanda de alimentos, pero también en la sustentabilidad, que es la clave para nuestro país y el mundo. Tenemos una relación estratégica con China aportando genética de tolerancia a sequía, valor agregado que va en la semilla, como así también desarrollos en el área de pasturas y pesticidas”.

En segundo lugar, “interpretamos a la semilla como forma de incorporación de tecnología con  tratamientos biológicos; la tecnología más avanzada es la tolerancia a sequía que desarrollamos a nivel global y está bastante desarrollada en trigo y soja. Esta tecnología genera más rendimiento con la escasez  hídrica, sin caer la productividad, si existen regímenes pluviales naturales”. El desarrollo de biotecnología industrial, con síntesis de enzimas en cártamo y generación de biocombustibles a partir del bagazo de caña, o pastizales de los bajos submeridionales, son algunos de los objetivos de Bioceres.

Por otra parte, Gerardo Bartolomé, de Don Mario Semillas, recordó que “la tarea es el mejoramiento genético en semillas para lograr más producción. Actualmente Sudamerica aporta el 60% de la producción de soja en el mundo”. Los rendimientos de soja en los tres principales productores  del mundo  tienen un incremental de producción. “El 50% del aumento de la productividad radica en el mejoramiento vegetal y el otro 50% es práctica de manejo”.

Adelanto que, “en pocos años más se pueden tener novedades en la resistencia a malezas, un problema que aun se observa en la región”. La dinámica del mejoramiento y  los ambientes  cambian  las prácticas de manejo. La siembra directa marcó un momento clave en nuestro país, la fecha de siembra y la obtención vegetal se dirigió a esos cambios practicados. Así, “la genética más la práctica de manejo aumentó un 20% la producción de soja en Brasil, la interacción genotipo-ambiente  permite aumentar la productividad sin expandir el área”.

Cerrando la jornada, Jorge Castro, analista internacional, destacó  que “según el FMI, China creció en 2013 un 7,7%, tasa que sería constante en los siguientes años”. El nivel de inversión de este país es fundamental para América del Sur, cada punto porcentual que disminuye su expansión sustrae el 0,9% de la oferta por materias primas.

“China -dijo Castro- comparte los mejores términos de intercambio de América del Sur con precios récords a nivel mundial, en la década pasada, con la demanda china, hubo crecimiento sin desarrollo en los países sudamericanos”, que son la gran plataforma de materias primas para Asia.

Por último señaló que “el crecimiento chino impacta en forma dispar en el mercado de materias primas, perjudica a los países exportadores de commodities metalíferos, y favorece a los commodities agrolimentarios, con precios a niveles récord, que es un efecto de la demanda del mercado chino”. En el último año, China importó 56 millones de toneladas de soja, en 2014 las compras externas chinas de soja serían 70 millones y 120 millones en 2022, debido a su mayor ingreso per capita y el mayor consumo de proteínas cárnicas por parte de la población china.

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