Panel China – Oferta y Demanda

Para el ex Secretario de Agricultura de la Nación, Marcelo Regúnaga, la Argentina debe derogar barreras al comercio no habilitadas por la OMC y promover acuerdos de cadenas y especialmente alianzas con empresas chinas. “El país debe tiene que hacer un acuerdo de libre comercio con China, porque de lo contrario se van a perder preferencias, competitividad y oportunidades frente a sus competidores”.

El ex Secretario de Agricultura de la Nación, Marcelo Regúnaga, señaló que pese a sus necesidades de importar alimentos, el gran dinamismo del comercio chino en los últimos años se dio por la exportación en los rubros industriales, siendo el crecimiento de agrícola mucho más modesto, al tiempo que la mayor parte de sus importaciones también son productos manufacturados. Precisó que China importa del mundo el 6% de todo lo que le exporta.

Respecto de la proyección futura del comercio chino, señaló que “se prevé una disminución en la tasa de crecimiento que, no obstante, será mayor a la de los países industrializados de Europa y los Estados Unidos. Antes  China era competitiva con salarios bajos, pero actualmente no lo  es por este motivo,  sino porque tiene una industria súper moderna”.

Recordó también que en 2017, China sería la primera economía mundial y que en muy poco tiempo, tendrá un ingreso per cápita mayor que la Argentina o Brasil. “El promedio de la economía china tiene una importante clase media, que ha experimentado mejoras significativas en alimentación y salud y con un nivel de consumo importante al crecer mucho su ingreso”. En este sentido, citó que según el Consejo Económico para América Latina (CEPAL) gran parte de los países de Asia constituirán en el futuro la mayor parte de clase media mundial. Y que hacia 2025, el 60% de la población china será de clase media y otro porcentaje menor ya será de clase media baja.

Señaló además que 2 de los 10 bancos más importantes del mundo son chinos, que el país tiene el segundo mayor sistema de autopistas del globo y que 20 universidades chinas figuran entre las 500 mejores a nivel mundial, como resultado de la inversión en desarrollo y educación del país.

Respecto de la estrategia comercial internacional china, señaló Regúnaga que pese al ingreso del país a la OMC, la falta de progresos en las negociaciones comerciales multilaterales hizo que China impulsara acuerdos bilaterales entre regiones o países, incluyendo los cercanos de área asiática como Japón y Corea del Sur, con el ASEAN, de este bloque con el NAFTA y también con América Latina. Recordó que desde 2011 China es el mayor socio comercial de América del Sur y mencionó los tratados de libre comercio (TLC) que ya tiene con Chile, Perú y Costa Rica y Nueva Zelanda. Al respecto advirtió que “esto indica que ante la vigencia de estos acuerdos, la Argentina puede perder preferencias sobre determinados productos que actualmente le vende a China”.

Respecto de la agricultura del gigante asiático, señaló que históricamente su productividad ha sido muy baja, condición que aún se mantiene, al contrario de lo que sucede con la del resto de la economía, cuyo aumento, provocado por el avance de la urbanización, continuará en los próximos años. Regúnaga citó también que ”la participación del empleo en la agricultura china, irá disminuyendo, tal como sucede en el mundo desarrollado.

Regúnaga explicó que China desarrolla sus alianzas comerciales actuales y estudia otras nuevas priorizando que se den a través de las cadenas de valor de distintos productos. “China trata de autoabastecerse de todo aquello que agregue valor. Por eso que quiere aumentar su seguridad alimentaria impulsando que sus agricultores produzcan cada vez con mayor eficiencia y valor agregado”.

Pero tienen el problema que para lograrlo ejercen una gran presión sobre los recursos naturales. Uno de los desafíos de China es como puede hacer que su economía, además de mejorar su productividad, sea más “verde” o sustentable. Argentina podría involucrarse en este desafío si realiza una alianza con China para ofrecer tecnología sostenible a su agricultura.

El crecimiento de China y otros países asiáticos ha generado una inseguridad alimentaria global que ha provocando un aumento importante de precios internacionales de los alimentos, que como efecto indirecto, por ejemplo, Argentina le venda a Europa alimentos al doble de precio que hace 15 años.

China es actualmente el segundo socio comercial de la Argentina, pero sus exportaciones se concentran en muy pocos productos, la mayoría primarios, lo que es algo no deseable. China como destino comercial es importante para la Argentina. Pero en 2012, nuestro  país era solo el 0,12 % del comercio exterior chino. Según como se tomen los números el déficit puede ser mayor. China vende manufacturas y la Argentina mayormente, en un 80%, en muy pocos productos agrícolas. Actualmente están aún más concentradas en poroto de soja, aceite de soja, y otros productos similares.

EL 80% del crecimiento de la demanda de alimentos de China lo captaron Brasil y EE.UU. “Actualmente Brasil exporta más aceite que la Argentina por las barreras comerciales impuestas por las autoridades nacionales, cuando históricamente nuestro país le vendía más aceite que los brasileños”.

Gradualmente, la Argentina y Brasil han mejorado la participación en el comercio mundial de soja, mientras Estados Unidos la ha ido perdiendo. La oferta de poroto argentino y brasileño cubrirá todas las proyecciones de demanda china hacia 2020, mientras que para la misma fecha nuestro país solamente podría abastecer la demanda china de aceite.

Por último, Regúnaga, destacó como oportunidad que la Argentina cuenta con una clase empresarial que podría abastecer de manera sustentable la demanda china de alimentos al tiempo que China tiene un enorme potencial para seguir invirtiendo en alianzas con cadenas agroindustriales en nuestro país.

Y en cuanto a los desafíos, señaló que son necesarios acuerdos que faciliten el comercio bilateral, con mayor intercambio de datos y sobre barreras sanitarias; que la Argentina debe derogar barreras al comercio no habilitadas por la OMC y promover acuerdos de cadenas y especialmente alianzas con empresas chinas.

“El país debe tiene que hacer un acuerdo de libre comercio con China, porque de lo contrario se van a perder preferencias, competitividad y oportunidades frente a sus competidores. Hay una agenda de grandes oportunidades, pero hay mucho que hacer para aprovecharlas”.

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