Cámara Hernández fue reconocido en Rusia por su trabajo en selección de plantas

Mié, 12/11/2008 - 09:11
Por FAUBA

Por su aporte a la selección de las plantas realizado a partir de su trabajo acerca del conocimiento de las razas de maíz nativas de la Argentina, el Ingeniero Agrónomo Julián Cámara Hernández recibió el premio D. J. Mendeleyev de la Academia Pedro I de Ciencias y Artes. Fue el 29 de septiembre último  en San Petersburgo, Rusia.

Desde la Cátedra de Botánica Agrícola de la Facultad de Agronomía, dedica su tiempo al estudio de los maíces nativos. Para esta última tarea, muchas veces, tuvo que trasladarse a Misiones, Formosa, Catamarca, entre otras provincias, para desempeñar su labor allí de donde estas distintas variedades de maíces son originarias. En la Argentina existen 65 razas, muchas de las cuales ya fueron seleccionadas y estudiadas por el Ing. Agr. Julián Cámara Hernández, quien por esta labor fue reconocido en San Petersburgo, Rusia, por la Academia Pedro I de Ciencias y Artes –de donde es académico desde el año 2002- con el premio Mendeleyev –distinción que lleva el nombre del científico ruso que confeccionó la tabla periódica-.

Había sido invitado a dar una charla en el contexto del "Congreso sobre la salud física, espiritual y social de la Nación" y fue sorprendido con este homenaje a la trayectoria y el esfuerzo por la conservación de estos cereales autóctonos. “El maíz que se cultiva acá es comercial y muy uniforme; en cambio hay otras plantas muy variables que es necesario conocerlas. Las estudio en todos sus caracteres y determino a qué raza pertenecen. Es una investigación básica de la que se apoyan otros científicos para realizar diversos trabajos”, explica Cámara Hernández en su laboratorio, emplazado en el corazón del Jardín Botánico de la FAUBA. Actualmente, se encuentra colaborando con el INTA que se propone estudiar el maíz desde el punto de vista molecular y para ello le es prioritario conocer las diferentes razas.

El interés de la Academia y otras organizaciones científicas de Rusia, es mantener la diversidad de estos cultivos para poder utilizarlos en el mejoramiento del maíz. Así, siembran y cultivan maíces de todo el mundo a fin de estudiarlos y utilizarlos. En la misma línea, en plan de continuar con la tarea de Nikolái Ivánovich Vavílov -genetista ruso que identificó los centros de origen de muchas plantas cultivadas-, se encuentra, también en San Petersburgo, el Instituto Vavilov. “Toda esta influencia y el espíritu de conservar las plantas nativas los llevó a interesarse por mi trabajo”, deduce el ingeniero agrónomo que, además de recibir con gratitud el reconocimiento, ofreció una conferencia acerca de estos distintos especímenes y usos de los mismos que hay en nuestro país.

Adaptándose a la temática que proponía el encuentro, Cámara Hernández también desarrolló las razones por las cuales cree que el maíz es indispensable para conservar la salud de toda una nación. “Expliqué que el maíz mejorado, como producto útil para la alimentación directa o indirecta del ser humano, contribuye a la salud física. Por otro lado, el que la gente sepa que las plantas son las únicas que pueden tomar la energía del sol y acumularla para que después nosotros la aprovechemos, ayuda a la salud espiritual de la nación. Y por último, considerar y dar a conocer que los maíces nativos han sido cultivados por agricultores de regiones apartadas, desde hace varios siglos, y que es por ellos que se han mantenido, conlleva a la salud social”.

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Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires