Maquinaria agrícola para empresas familiares

Mié, 20/04/2011 - 11:20
Por FAUBA

En la FAUBA, se expusieron tecnologías desarrolladas en diferentes regiones del país que representan alternativas económicas y de fácil implementación para productores de mediana y pequeña escala.

La Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) realizó una jornada sobre maquinaria, herramientas y tecnologías para la agricultura familiar, junto al Proyecto de Desarrollo de Pequeños Productores Agropecuarios (Proinder), del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, donde se dieron a conocer proyectos de las regiones NEA y NOA, Patagonia, Santa Fe y de la provincia de Buenos Aires.

Durante el encuentro asistieron 80 productores, técnicos, docentes y estudiantes, y estuvieron presentes el Ing. Agr. Juan Pablo Iurman, Director Nac. Ejecución de Política para la Agricultura Familiar, la Ing. Agr. Susana Audero, del Proinder, y Luis Castellán, representante de la Subsecretaría de la Agricultura Familiar, así como autoridades de la Facultad: el Decano, Rodolfo Golluscio y el Secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales, Gustavo Schrauf.

En las jornadas se expusieron casos de tecnologías desarrolladas y probadas con éxito en diferentes regiones del país, y prototipos de herramientas que en el futuro podrían representar alternativas económicas y de fácil acceso para establecimientos de pequeña escala. Gran parte de estos casos son producto de la interacción público privada, con la participación del Ministerio, universidades, el INTA y cooperativas de agricultores y fabricantes.

“La industria argentina de maquinaria agrícola es líder en el mundo, pero aún existe la necesidad de desarrollar máquinas para producciones de pequeña escala, que representan a la mayor parte de nuestros agricultores y producen gran parte de los alimentos que llegan a nuestras mesas. En otros países, como Brasil, este segmento industrial está muy desarrollado, pero aquí queda mucho por hacer”, dijo Golluscio.

José Pablo Sabatino, presidente de la cooperativa de trabajo Icecoop, presentó la tecnología de labranza Multicorte, que conserva y mejora los suelos, basada un corte horizontal. “Al mantener la cobertura superficial, protege de la erosión, favorece la fertilidad y hace más eficiente el manejo del agua”, explicó. El proyecto se desarrolla en la Argentina desde hace 4 años, y ya vendieron 10 equipos fabricados junto a otras cooperativas que integran la cadena de valor de la economía social. Además, se preseleccionó para IncUBAgro, la incubadora de emprendimientos de la FAUBA, en el marco de una iniciativa destinada al desarrollo de nuevos equipos, que contará con el apoyo técnico de la Cátedra de Maquinaria Agrícola.

La jornada incluyó otros proyectos para producciones intensivas, como el Surcador autopropulsado presentado por Oscar Ainasse y Ángel La Orden, de la Universidad Tecnológica Nacional Santa Fe. Se trata de una máquina para tirar implementos de labranza, orientada a horticultores y floricultores. En el nuevo “campito Experimental” de la FAUBA (frente al Pabellón Uballes) se mostró el prototipo que, según sus responsables, “va a ser económico, para agricultores con menos de 5 hectáreas, y que no pueden tener un tractor”.

La Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata también trabaja en el desarrollo de tecnologías para sectores sociales de escasos recursos, con equipos de producción térmica que utilizan energía solar. En la FAUBA, se expusieron dos prototipos de calentadores que utilizan energía solar (para agua y aire, respectivamente), fabricados con materiales, técnicas y herramientas sencillas y de bajo costo.
Las presentaciones incluyeron una bomba de soga, cuya transferencia a productores del Sur de Rio Negro estuvo a cargo del Grupo de Servicio de Ingeniería del Centro Atómico Bariloche de la CNEA, de fácil construcción y bajo costo, que puede ser operada manualmente con poco esfuerzo.

La búsqueda de alternativas tecnológicas para empresas familiares abarca a investigadores y estudiantes universitarios, así como a otras entidades técnicas. Enrique Ullivarri, del INTA Famaillá, Tucumán, estuvo presente con una máquina que fabrica briquetas de carbón a partir de residuos de la caña de azúcar. Esta tecnología podría generar un ingreso extra para productores y evitar que se realice una práctica perjudicial para el ambiente, como es la quema de los residuos que deja la cosecha (unos 15 tn/ha). El NOA también dijo presente con un secadero de nueces, uvas y otras frutas, de la Universidad Nacional de Chilecito, La Rioja.

El INTA también mostró tecnologías del NEA, con la AER Oberá. Silvina García llegó a la FAUBA con un secadero de hortalizas, aromáticas y medicinales que utiliza energía solar y biomasa (madera). “Trabajamos con materiales de la zona, reciclamos y aprovechamos las fuentes de energía renovables”, dijo, junto a Jorge Senn, decano de la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Misiones, que colabora en el proyecto, y a Nerci Da Silva, productora que ya implementó el sistema para agregar valor a trabajo.

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Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires