Un colmenar esloveno en la FAUBA

La Embajada de Eslovenia en Argentina donó a la Facultad un colmenar típico de ese país. La decana, Marcela Gally, aseguró que representa una herramienta muy valiosa para la capacitación de todas/os las/os estudiantes.

En el Día Mundial de las Abejas, la Facultad de Agronomía de la UBA recibió la donación de un típico colmenar esloveno entregado por la Embajada de la República de Eslovenia en Argentina. Para recibir el colmenar, se llevó a cabo un encuentro en el predio de la FAUBA, donde estuvieron presentes el Embajador de Eslovenia Alain Brian Bergant, la Embajadora de Croacia en Argentina Duska Paravic, el director del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Claudio Giacomino; miembros de la Sociedad Argentina de Apicultores, autoridades y docentes de la FAUBA.

“Estamos muy honrados de celebrar el Día Mundial de las Abejas con esta valiosa donación de parte de la Embajada de Eslovenia, de este típico colmenar que seguramente será una herramienta muy valiosa para la capacitación de nuestros estudiantes. Las abejas son muy importantes desde el punto de vista económico (fundamentales como actividad agropecuaria generadora de recursos) y desde el punto de vista ecológico”, afirmó la decana de FAUBA, Marcela Gally.

De este modo, Gally profundizó: “Nuestro país es uno de los principales productores y exportadores de miel y subproductos de la miel. Pero las abejas, esas incansables trabajadoras, tienen un rol fundamental para la conservación y preservación de biodiversidad de los ecosistemas. Hoy en día, más que nunca, vemos la importancia de preservar y conservar los recursos naturales, cuidar nuestro planeta. El rol de las abejas y demás polinizadores es primordial. Agradezco la donación y les garantizo que este es el punto inicial de una relación mutua, para una colaboración conjunta que esperamos sea fructífera”.

La decana entregó un documento al Embajador que resume la intensa actividad que se desarrolla en la Facultad con relación a proyectos de investigación, trabajos y publicaciones, y diversos proyectos de extensión referidos a la apicultura.

Por su parte, el Embajador Bergant expresó: “En el 2014 la Asociación de Apicultura de Eslovenia propuso que el 20 de mayo sea declarado Día Mundial de las Abejas. La polinización es un proceso indispensable para la existencia de los ecosistemas y por eso se lo debe proteger. En Eslovenia somos muy conscientes de la excepcional labor que llevan a cabo y por eso la apicultura está fuertemente arraigada a nuestras tradiciones. Los polinizadores desempeñan un papel clave en el proceso de recuperación de la pandemia de Covid 19 y durante la transición hacia una producción agrícola sostenible”.

Desde la Embajada prepararon alimentos típicos eslovenos realizados a base de miel para compartir con los presentes.

Para cerrar, la docente de la Cátedra de Apicultura de la Facultad, Alicia Basilio, señaló que si bien la apicultura argentina posee un excelente nivel técnico, no tiene una larga tradición y “recién se está encaminando hacia la faceta cultural de la apicultura. Encontrarnos con una tradición que lleva siglos, con un modelo diferente de manejo es un desafío muy lindo. Nosotros trabajamos mucho a campo con los apicultores, principalmente en capacitaciones sobre calidad de miel. La propuesta de conocer cómo la abeja ha ido afectando la historia de distintas naciones es muy interesante. Que nuestros alumnos y apicultores puedan disfrutar de ver cómo se hace apicultura en otros lados y gozar del aspecto cultural e histórico y nos ayude a fundar nuestra propia historia en la apicultura argentina”, enfatizó.

Iniciativa de un graduado

La donación del colmenar típico de Eslovenia a la FAUBA fue incentivada por el Ing. Agr. Jorge Komar, egresado de la Facultad, proveniente de familia eslovena. Komar colaboró con la realización y concreción de este proyecto.

“A fines del 2020 cuando desde la Embajada de Eslovenia me convocaron para colaborar en este proyecto, buscar un lugar donde montar un típico colmenar esloveno que ayude a promover la conciencia de la importancia de las abejas en la vida del mundo. Había opciones, no demasiadas, que fuera un lugar adecuado para el desarrollo de la abeja, que pueda ser utilizado del punto de vista didáctico, que el público en general lo pudiera apreciar y que lo utilizaran apicultores. Por supuesto también influyó la pertenencia de ser egresado de FAUBA”, contó.

Según describió Komar, el colmenar típico es como una casita con su estructura elevada con techo a dos aguas, con espacio para dos colmenas, que las protege del frío, de las lluvias y nevadas, y mantiene una buena aireación.
“Es interesante por llamar la atención por su estructura y sus colores, pero también por tener una dinámica de producción diferente a la que se conoce y utiliza en esta parte del mundo”, dijo.

Eslovenia posee una larga historia de cultura apícola. La abeja- explicó el egresado- representa un símbolo de trabajo, habilidad y preocupación de los unos por los otros. Era costumbre dibujar la parte frontal para diferenciar las colmenas. Hoy en día estos frentes de colmenas tienen un valor simbólico y se usan como un regalo típico de Eslovenia.

“La importancia de esta vinculación a partir de la colocación de este colmenar en Agronomía desde el punto de vista académico es iniciar una relación entre una nación con una rica historia apícola y una nación productora de alimentos para el mundo, en la polinización actividad que es primordial para la subsistencia de los ecosistemas. Para el público en general es una herramienta que a partir de llamar la atención permite crear conciencia de la necesidad de las abejas y su papel vital en los ecosistemas”, finalizó Jorge Komar.

 

Comentarios

SERGIO MARIO WALDMAN (no verificado)     Mié, 26/05/2021 - 17:34

Fui docente de la entonces ZOOTECNIA ESPECIAL III GRANJA que enseñaba apicultura y mantenía el Parque Apícola. También Director de Granja del MAGyP de la Nación y Director Nacional de Fiscalización y Comercialización Ganadera de ese organismo. Tuve la responsabilidad de dirigir la política apícola. SIEMPRE FUE UNA ACTIVIDAD importante en el país. La Argentina es el segundo o tercer exportador del mundo. El valor del producto miel debe multiplicarse por 10 por su incidencia en la polinización de cultivos y aumento de su rendimiento. La historia apicola en el país está ligada a la FAUBA y el Ministerio de Agricultura que contaron con profesionales que se desempeñaban en ambas instituciones.
Adjunto un reporte que corrobora lo manifestado:

Breve Historia de la Apicultura en Argentina
DICIEMBRE 13, 2013 DE COSADEABEJAS
La apicultura es una actividad con mucha tradición en nuestro país.

Los primeros antecedentes de los que se tiene conocimiento datan del año 1834, cuando Rivadavia regresa al país desde Francia y trae colmenas de la raza Apis mellifera mellifera, que es el tipo de abeja característico de aquellos pagos. Pero, por cuestiones que tienen que ver con el devenir histórico/político de personalidades como la de don Bernardino, éste sufrió el destierro a su regreso, con la consecuente instalación de dichas colmenas en la zona de Colonia del Sacramento, Uruguay.

Fue Sarmiento -¿quién otro, sino?- el que impulsó la introducción de las colmenas. A instancias de él, Miguel Pouget llevó colmenas desde Chile a Mendoza, allá por el año 1855. La familia Casares se ganó las felicitaciones del prócer sanjuanino, por hacer lo propio, desarrollando la actividad apícola con sus 14 colmenas en las estancias bonaerenses de su propiedad, circa 1857. Podemos decir que ése fue el inicio formal de la apicultura vernácula.

Como consecuencia natural, las abejas suelen “escapar” (dicho técnicamente, enjambrar)…y los enjambres procedentes de esas colonias fueron los que propiciaron el inicio de la población de abejas silvestres del país.

Pasados los años, los franceses Maximiliano y Oscar Durand Savoyat, radicados en la ciudad de Paraná, desarrollaron, en 1861, una “cooperativa” para explotar la apicultura de manera científica y en gran escala.

Como evolución de la actividad, se proyecta el primer censo apícola argentino, que en el año 1869 arrojaba los siguientes datos:

93 colonias de abejas
la mayor parte, se ubican en La Rioja y Santiago del Estero
Pero los aportes de razas de abejas no se detendrían. Desde Uruguay, ingresan por Buenos Aires, contingentes de abejas Apis mellifera mellifera francesa, instalándose en la zona del delta bonaerense, Entre Ríos y Santa Fe. Por el lado de Brasil, hacen su aparición las especies Apis mellifera y Apis mellifera carnica, producto de la llegada de inmigrantes alemanes.

Todo ello conllevó a la inevitable conjugación de genéticas, que derivó en lo que hoy se conoce como “abeja criolla“.

En la década del ´30, un grupo de apicultores docentes de la Facultad de Agronomía de la UBA, dan inicio a la era industrial de la apicultura nacional, que se mantiene hasta nuestros días, logrnado que Argentina se ubique como el 2°/3° exportador mundial de miel.

Fuente: Biole, “Historia de la Apicultura Argentina”, 2007

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Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social