En FAUBA se plantó un Ginkgo biloba, hijo de un ejemplar sobreviviente de Hiroshima

Agronomía recibió un ejemplar hijo de un árbol sobreviviente al bombardeo de Hiroshima. El “Proyecto Semillas de Paz” lo entregó a las autoridades de la Facultad que lo plantaron en el Jardín Botánico Lucien Hauman.

“Qué mejor hogar para un árbol que la Facultad de Agronomía de la UBA”, aseveró Julio Bernal director de la Asociación “Proyecto Semillas de Paz Argentina”, luego de entregar a la institución un ejemplar de Ginkgo biloba descendiente de un árbol que sobrevivió al bombardeo atómico de Hiroshima.

El encuentro se realizó el pasado 12 de mayo en el Aula Parodi de la Cátedra de Botánica de la FAUBA, donde se exhibió un video conmemorativo como mensaje de paz para futuras generaciones y para honrar a las víctimas del bombardeo de aquel 6 de agosto de 1945. Posteriormente, en el Jardín Botánico Lucien Hauman se descubrió una placa alusiva y se plantó el ejemplar.

“Este árbol demuestra que la vida vence a la muerte, que la bomba dejó un desierto y de ese desierto brotó nuevamente la vida. Este ejemplar es hijo de un árbol que sobrevivió a una bomba atómica y que tuvo la capacidad de dar semillas que se dispersaron por todo el mundo. Y este concepto de que la vida vence a la muerte es muy importante para nuestra Facultad porque todo lo que enseñamos aquí tiene que ver no sólo con la vida de las plantas o los animales sino también con la vida de las personas. Estoy muy contento que como Facultad nos hayamos hecho eco de esta iniciativa que es un mensaje de paz y de lucha contra cualquier tipo de violencia”, expresó el decano de Agronomía, Ing. Agr. Rodolfo Golluscio.

En nombre de Cátedra de Botánica Sistemática de FAUBA, la Dra. Adriana Bartoli destacó la presencia de autoridades, profesores, alumnos e invitados, y agradeció que la entrega número 21 del único ejemplar Grinkgo biloba en la Capital Federal sea para la Facultad de Agronomía de la UBA.

El ataque nuclear a Hiroshima fue uno de los hechos más graves y tristes de la historia mundial: una bomba atómica explotó a sólo a 500 metros del centro de la ciudad japonesa. La idea del proyecto global de juntar las semillas de los árboles sobrevivientes y enviarlas al mundo, se enmarca en el símbolo de exportar paz en forma de semillas. En este sentido, la Asociación “Proyecto Semillas de Paz" optó por repartir un total de 26 ejemplares por toda la Argentina como mensaje que difunda la paz, el cuidado del medio ambiente y, fundamentalmente, que mantenga vivo el recuerdo de Hiroshima y la memoria de esas más de 300 mil personas fallecidas.

“Hoy, y por primera vez, en esta entrega estuvo presente la bandera de la paz con la que nos honraron hace un mes cuando fuimos designados Embajada de Paz. Siempre digo que nuestro proyecto empezó en el segundo siguiente a esa explosión y ustedes son depositarios de la mamá de todos los árboles de Hiroshima. Nuestro agradecimiento a la Facultad por darle un nuevo hogar a otro de nuestros ejemplares”, manifestó Julio Bernal.

El ginkgo de Hiroshima

Por: Prof. Julián Cámara Hernández

"En la visita al Japón, uno se siente atraído tanto por sus tradiciones como por la idiosincrasia de su pueblo, sus obras arquitectónicas y artísticas, su geografía, el desarrollo de su tecnología (...) Esa vida del pueblo está asociada al arte y relacionados, vida y arte, con la naturaleza, la que es la condición de vida y la fuente de inspiración artística.

Este ambiente que a uno lo atrae parece borrarse pero, no se altera con la visita a Hiroshima, sede del terrible evento en la historia del Pacífico que fuera el fruto del desentendimiento entre los hombres (...) Recuerdo, con gran emoción, el umbral de una casa parcialmente fundido y con la marca de los glúteos y parte de las nalgas que lo protegieron, de una persona que estaba sentada en él cuando ocurrió la explosión.

También se encuentra allí el monumento a Sadako, una niña que enfermó de leucemia por las radiaciones de esa bomba y que confió en su recuperación si plegaba mil grullas de papel.  Llegó a las seiscientas cuarenta y tres cuando dejó este mundo.  Su deseo no se cumplió (...) En esta emoción, imagino y tengo el sueño que la madre de este ginkgo que hoy recibimos en nuestro Jardín Botánico Lucien Hauman, sobrevivió porque logró plegar las mil grullas que Sadako no pudo hacer, y aquí tenemos ese ginkgo que agradecemos infinitamente al Proyecto Semillas de Paz y que representa los deseos de paz en el Mundo, el homenaje a las víctimas de Hiroshima y el propósito de conservación del medio ambiente.

Como botánico, no puedo dejar de agregar algo más sobre el importante significado de tener este ejemplar sobreviviente de la catástrofe. Éste corresponde a una especie, Ginkgo biloba, que fuera descubierta en el siglo XVIII como único representante vivo de un grupo de plantas extinguido con el correr de los siglos y que atesoramos como un fósil viviente.

Este sobreviviente por segunda vez que nos lega el Proyecto Semillas de Paz, tiene un significado cultural de vida y arte asociados a la naturaleza que el Jardín Botánico Lucien Hauman transmitirá a las generaciones venideras".

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Sobre el autor

Esp. Lic. en Comunicación Social