Sigue la sequía, pese a las lluvias

Mar, 17/03/2009 - 11:24
Por FAUBA

Según un informe de la FAUBA, las precipitaciones se normalizan pero el almacenaje de agua en el suelo de la región pampeana no logra superar todavía la situación de sequía.

Durante los primeros meses de 2009, las lluvias comenzaron a normalizarse en algunas zonas del país. No obstante, estas precipitaciones aún no permiten recomponer la reserva de agua en el suelo, que en muchos lugares es muy pobre.

Según un trabajo elaborado por Guillermo M. Murphy y Liliana B. Spescha, docentes e investigadores de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el almacenaje de agua del suelo se encuentra en niveles de sequía severa en la mayor parte de la región pampeana, como ilustra el Mapa 1.

Las lluvias ocurridas en los primeros días de marzo determinaron un significativo cambio en el contenido de agua en el suelo en algunas zonas (Mapa 2). En Entre Ríos, centro sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y este de Córdoba, se recuperó parcialmente el contenido de agua en el suelo permitiendo una atenuación de la sequía, que en algunas regiones ha llegado a niveles de agua útil cercanos al 50% y aún mayores.

No obstante, este cambio excluye a la mayor parte del sur de la región pampeana (gran parte de la provincia de Buenos Aires y La Pampa) que permanecen con una situación de severa sequía.

Próximas lluvias y temperaturas

En cuanto a los pronósticos de precipitaciones y temperatura para el trimestre marzo, abril y mayo de 2009, la tendencia consensuada efectuada en el Servicio Meteorológico Nacional prevé, a escala regional, una perspectiva de lluvias entre normales e inferiores a las normales en el centro, norte y noreste de la Argentina, incluyendo el norte patagónico.

Sin embargo, en algunas localidades es de esperar que se produzcan tormentas intensas, con abundante caída de agua, particularmente durante la primera parte del trimestre. Se prevé una situación de normalidad en Cuyo y Patagonia central, anomalías positivas en el sur patagónico y precipitaciones de normales a superiores a las normales en el noroeste.

La perspectiva de temperatura indica valores entre normales y superiores a los normales en el noreste, centro y Patagonia norte y central, y valores normales en el noroeste, Cuyo y sur de la Patagonia. En algunas zonas localizadas de la provincia de Buenos Aires y La Pampa se esperan importantes anomalías positivas, sobre todo en la primera parte del trimestre.

Estas perspectivas se refuerzan con un gradual debilitamiento del fenómeno de la niña, que se produce en la actualidad, y con la creciente probabilidad de condiciones neutrales en el pacífico ecuatorial durante los meses de otoño.

Balance del agua en el suelo

La cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la FAUBA realiza regularmente la Prognosis, o previsión de agua en el suelo, para los próximos meses. El contenido hídrico del suelo surge del balance entre los aportes de agua (precipitación y eventualmente riego) y las pérdidas representadas por la evapotranspiración. Su conocimiento permite tener una idea de la disponibilidad de agua para las plantas expresada con el término “agua útil”.

La prognosis del balance hidrológico se realiza teniendo en cuenta las tendencias climáticas consensuadas en el SMN, en cuyas reuniones participa la cátedra, y otros indicadores de variabilidad climática interanual, junto con la probabilidad de las precipitaciones y la climatología de la región pampeana, todo lo cual hace posible delinear un escenario a futuro.

De esta forma surgieron las perspectivas del balance de agua en el suelo para el trimestre marzo, abril y mayo de 2009. En este sentido, los mapas 3, 4 y 5 ilustran que, aunque las lluvias del trimestre alcancen valores normales, el almacenaje de agua del suelo no alcanzará valores que lo aparten de la situación de sequía de distinta intensidad en una gran parte de la región pampeana.

En consecuencia, el informe de Murphy y Spescha concluye que los cultivos serán ampliamente dependientes de la regularidad de las lluvias, las que podrán aprovechar transitoriamente, pero no tendrán el respaldo del agua almacenada en el suelo para el caso de que las lluvias se produzcan en forma muy espaciada.

Teniendo en cuenta que en este trimestre, en especial marzo y abril, se presentan normalmente lluvias superiores al consumo de agua, es de esperar que el almacenaje de agua de las capas más superficiales del suelo permita realizar en término las siembras más tempranas del trigo y demás especies de ciclo inverno primaveral.

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Sobre el autor

Facultad de Agronomía - Universidad de Buenos Aires