Los especialistas del área de los biocombustibles destacaron el trabajo que proporciona a la región donde se producen. También hablaron de los inconvenientes que provocaría para el mercado y las modificaciones que deberán hacerse en la normativas referidas a los combusbiles. Fue durante el segundo día del 4º Simposio Del Sur al Mundo en 2030: Pensando en forma global y a largo plazo con visión bioceánica, Agro y Bionegocios Sustentables que se realizó en el Congreso de la Nación, organizado por el Departamento de Bioeconomía, Prospectiva y Políticas Públicas (BIOP3) de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.

El bloque sobre Biocombustibles, coordinado por el periodista y presidente de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (ABH), Héctor Huergo, generó expectativas. Inició este tramo del coloquio Víctor Castro, Director Ejecutivo de la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO), quien resaltó que es muy importante el aporte de nuestro biodiesel “ya que estudios del INTA demostraron que reduce las emisiones de gases” y que eso marca el camino para expresar la necesidad de diversificar las fuentes de energía en otras más amigables.

Al considerar que Argentina es uno de los principales proveedores de harina y aceite de soja a nivel mundial y dado que basa su biodiesel en aceite de soja, podría permitir un salto en el mercado. “La necesidad de diversificar las fuentes de energía en otras más amigables promovieron el crecimiento de la industria del biocombustible y podemos confiar en su producción porque contamos con estructura de producción competitiva”, sostuvo.

Lo continuó en la charla, Alberto Garibaldi, experto en industria automotriz e ingeniero mecánico, quien consideró que hay que incentivar la experimentación. “Si los resultados son sustentables y lo hacemos sostenibles en el tiempo por la gente involucrada, la decisión va a tener el menor margen de error”. Lamentó que en nuestro país hayamos ido perdiendo la capacidad de desarrollar y no se haya formado gente. “La toma de decisiones tiene que estar asociada al conocimiento y adaptado a la Argentina”.

Mencionó que el Plan de Biocombustibles debe estar sujeto a la experimentación y hacerse en conjunto con todos los actores involucrados para lograr un resultado que le convenga a todas las partes y al país. “Hay que trabajar para hacer un plan de desarrollo y experimentación”, explicó.

Desde el NOA, Oscar Rojo, el director Comercial del Ingenio San Martín del Tabacal y de Alcoetanol, valoró la iniciativa del gobierno nacional sobre el Plan Belgrano que daría un gran empuje a los proyectos de Bioetanol del NOA, proveniente de la caña de azúcar, que es un cultivo plurianual. Hizo una semblanza de este proceso productivo dado que es motor de desarrollo, “gran generadora de empleo en todos los rubros de la ingeniería y la química, y a nivel social y especialmente en la provincia de Tucumán, donde se da la integración de los factores de producción, ya que al ser cultivo plurianual requiere trabajo los doce meses del año”. Destacó la gran generación de empleo -“8000 productores pequeños en mayoría”- y que en la zafra se produce todo el proceso para el alcohol, lo que genera una alta incidencia en capital de trabajo. Se sigue exportando azúcar pero podrá ser derivada a etanol.

En tal sentido, Víctor Acastello, Director Ejecutivo de ACA Bio, celebró la eliminación de retenciones ya que, gracias a eso, crecieron la producción de maíz y trigo. “Hay mucho maíz para industrializar y un alto porcentaje se podría transformar en etanol, una forma interesante de valor agregado”. Contó que ACA Bio está conformada por 65 asociaciones y los dueños son 50.000 pequeños productores agropecuarios que reúnen una inversión de 150 millones de dólares para agregar valor al grano de maíz. “Nace para darle más valor al grano de maíz”.

Defensor de este tipo de emprendimiento, Accastello resaltó que “el maíz aporta carbono al suelo y da una mejor utilización de agua” y sumó otras bondades de la producción, al informar que todo se aprovecha, ya que partir del almidón se produce el etanol y el resto se utiliza para alimentación animal y se captura dióxido de carbono para bebidas gasificadas. Además emite menos gases de efecto invernadero por lo que “estamos hablando de un combustible sustentable y ambientalmente limpio, que genera cero efluentes”. Para finalizar, sostuvo que con este combustible “ganan todos”.

Teófilo Lafuente, de Pampa Energía, dio los pros y los contras técnicos del uso del etanol y dijo que en el caso de los cambios en el corte, causaría impacto en la producción y obligaría a cambiar la normativa. Informó sobre algunos aspectos técnicos que provocaría el corte en las naftas: mayor absorción de humedad, variación del número de octanos, elevación de la presión de vapor e incremento de los oxigenados. Más allá de otras bondades destacó que, además de disminuir monóxido carbono, se incrementan aldehídos o cetonas. Concluyó en que, por el momento, no se debería condicionar a las estaciones de servicio para usar etanol, sino que sería favorable su utilización en flotas cautivas.

Desde el sector de las automotrices, Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (ADEFA), inició su disertación dando un panorama del mercado mundial. Entre los puntos más relevantes destacó que en la actualidad hay sólo 50 países productores de autos, aunque el 58 % del total de la producción está concentrada en cuatro de estas naciones. Argentina tiene una porción pequeña a nivel mundial y reúne a 130 mil trabajadores en una industria comprometida en términos sociales y económicos. Dio un especial énfasis al desarrollo de motorizaciones requeridas, para lo que sugirió generar un plan de acción a mediano y a corto plazo. Y apuntar a un cambio normativa.

Se refirió a los casos emblemáticos de Estados Unidos y Brasil, que tiene industria alcoholera altamente competitiva. “Nosotros no tenemos topografía similar en términos de altura y de temperatura”. Y recalcó que, en nuestro país, para el desarrollo de este tipo motorizaciones, será imprescindible generar un plan de acción a mediano y a corto plazo. Y apuntar a un cambio de normativa.

Políticas Públicas

Desde el sector público, Nestor Roulet, Secretario de Agregado de Valor del Ministerio de Agroindustria, fue enfático: “Hay que hablar con todos los actores. Escuchamos la euforia de gente que puede producir porque el gobierno nacional toma políticas de Estado basado en lo sostenible y sustentable de la matriz productiva”. Y agregó: “Yo les pido que nos ayuden a difundir la realidad: hoy se sembraron un millón de hectáreas más de trigo y de maíz. De 30 millones de hectáreas, 21 eran de soja y con esta medida incentivamos al productor agropecuario a cambiar soja por maíz”. Alabó que los productores hayan cuidado sus campos, lo que permitirá tener producciones récord de maíz. “No se sacaron retenciones para que tengan más plata el campo sino para cuidar nuestro suelos”. Y resaltó: “cada uno está haciendo los deberes”.

Al respecto, declaró que ojalá todo se pudiera producir en forma espontánea porque “ahora vamos a tener más maíz para que podamos tener los cerdos que lo coman”. “Esos siete millones de tonelada que no se pueden consumir van a ir al puerto y camiones que las van a llevar a nuestras rutas que están destruidas”. Y celebró que por primera vez le dimos institucionalidad a la comisión asesora de biocombustible. El funcionario, que es también productor agropecuario, puso especial énfasis en que Argentina tiene una gran posibilidad de producción de biomasa. “Hay que transformarla en origen y la bioenergía permite hacerlo”.

Consideró que Argentina tiene una gran posibilidad de producción de biomasa, desde la tropical hasta la que necesita frío, como pera o manzana. La mayor vendrá de la que tenga valor agregado. “Si una tonelada de maíz se procesa como etanol y además se genera burlanda para dar a los novillos, estamos transformando una tonelada de maíz de 160 dólares en 460 dólares y eso en el interior productivo”, concluyó. “Hay que ir tras una política de estado de consenso donde estén todos involucrados”.

Pablo Popik, Subsecretario de Comercialización y Refinación de la Secretaria de Recursos Hidrocarburíferos del Ministerio de Energía y Minería, manifestó, por su parte, que esta es “una actividad regulada que tiene que avanzar a mayor competencia con mecanismos que permitan que, quienes puedan llegar, lo hagan con mejores precios”.

Finalmente, Hector Huergo, presidente de la ABH, se alegró del encuentro: “Me encanta ver a los funcionarios de Energía y Medio Ambiente, y de cara al público”. Habló del auto eléctrico y que la semana pasada Tesla motor superó a la Ford en un test bursátil, y en diciembre de 2017 la acción de Tesla superó a General Motors. Y se preguntó: ¿quién le puede salir al cruce?. Pero que no ve muy funcional al auto eléctrico para nuestro país: “¿qué diría Aranguren?, se preguntó”. Se refirió a Elon Musk, ingeniero, inventor, inversor y empresario sudafricano, quien creó el auto eléctrico y lanza cohetes que colocan satélites en el aire. Al respecto sostuvo que una opción interesante es la que ofrece Nissan con la celda de etanol, que funciona con una mezcla 40 % etanol y 60% agua, que se presentó en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. También Huergo se refirió a una frase a la que se viene remitiendo desde hace años: “el presente es el futuro del pasado”. Habló acerca de la ley de biocombustibles donde no hubo cámara, privado o particular para su creación. “Fue un grupo de amigos que pensamos que esto tenía lugar para el desarrollo de interior y del sector agropecuario”, y agradeció que el Simposio haya sido en el Congreso “para mirar el futuro y encontrarnos con el presente con los actores”. Al usarse etanol, sostuvo Huergo, un proyecto de estas características saldría de nuestra producción de granos.

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